jueves, 7 de agosto de 2008

Triste llovizna

Una lluvia más. una tormenta serena, calmada. Veo por nuestra ventana, la danza nocturna de las gotas y el viento; un baile armónico que provocará un mambo desastrozo, tal vez mortal.

Pero me invade la soledad. No me sentía yo desde que llegaste a mi vida, y ahora que te has ido nada marcha bien.


Extraño tu fragancia en mi almohada, tu cuerpo encima o debajo del mio, tus manos en mi rostro y tus labios en mi piel; que fúnebre silencio sin tu respiración, sin tus suspiros, sin tu voz.

Y sigue lloviendo, y aunque el sonido es estrepitoso, solo busco tu llamada, tu clamor pero no suena.


Qué triste es despertar y no enrredarme en tus piernas, levantarme y no tropesar en tus zapatos o en tu ropa bien colocada en el suelo.

Las gotas de la terrible tormenta yacen en el cristal de nuestra ventana, por donde tantas veces miramos la luna mientras haciamos el amor. Ahora ni luna hay.


Y hay lágrimas confundiendose en la lluvia, he salido de la habitación a llorar por tu ausencia. a consolarme debajo del cielo que llora junto a mi.

1 comentario:

Rosa Yaneth dijo...

Hola mat me encanta su poema, ya sabe qe la quiero mucho y la amo