sábado, 18 de julio de 2009

Él, ya no dibuja

‘’mañana voy a terminar este atardecer de hoy, mañana será’’.

Y no llega el final, se quedó el sol a media cuesta y mis ojos extrañan el lienzo saltar de la acuarela al altar, del que tanta gala hacía él cuando la tarde lo encontraba retratándola en ese lugar.

Se fue un Diciembre y no me avisó de su largo viaje. Se fue y solo me dejó en el aire un beso que sabía a tristeza. Yo miro ahora el cuadro sin acabar, y comprendo que dibujado entre el sol y el final, un camino que decía: ‘’pronto…el más allá’’.

El duelo aún atraviesa mi cuerpo y en las fechas expuestas por el tiempo, elevo un tremendo suspiro al eterno, repitiendo desde mis adentros: “acá te espera tu pintura y tu obra de arte”. Llueve entonces en mis ojos y encuentro un vacío en la respuesta.

Miro el cuadro y quisiera arrogarlo al delirio, dibujarlo y dibujarme antes de tu martirio, ser yo su ángel y no él, el mío. Quisiera ser máquina del tiempo y ubicarme en esa fecha, ser yo escudo en su pecho y casco en su cabeza.

Quizás ser viento y arrojarlo tan lejos como pudiera, esconderlo del destino y sacarle después de la tormenta. Alejarnos del entierro y ser vida en cada playa, del cual él y yo disfrutábamos al sol atravesarnos el alma.

Y yo no aprendí a dibujar, a dibujar el final de su entierro.

2 comentarios:

Carlos dijo...

¿Es posible?... es posible que a tu corta edad ya puedas expresarte con ésa experiencia?... ¿o sólo se trata de una metáfora? No quisiera creer de que ya sólo te quedó el pincél para dibujar aquellos días... tienes la vida por delante y muchas estrellas por contemplar; así como los bellos, y muchos atardeceres, están esperando por el amanecer !

Ingrid Santamaría dijo...

pues si, a las nueve a;os tuve que despedirme de mi padre. Pero me dejo el pincel para poder dibujarle, cuando el recuerdo no me baste.