jueves, 22 de diciembre de 2011

Te vas llegando

Me voy tragando tu sabor, que con el tiempo se va incorporando en las sales y minerales de mi alma, que pronto un fruto llevarán a tu boca.

Después de marchar cuesta arriba, te está dorando el sol de la cima, impregnándote la dulzura de los amaneceres, después de una caminata a oscuras.

Confié en tu brújula que nunca nos perdió, aunque veces se cansaba de buscar. Confié en la nostalgia de tu alma por llegar al punto más alto del amor.

Y ahora está tan cerca el final de este momento, que iniciamos un mayo, un junio. Porque cuando un golpe nos abrió los ojos, tomamos el camino duro pero seguro.

Se nos acaba el tiempo de aprendiz, para invocar muy pronto al sol, en una tierra tuya y más tuya que mía, en un espejo que ya no podrás quebrar.

Que después de llegar a la cima ya tú verás, si prefieres bajar por el mismo lugar o pegarte al cielo y no volver más. Tú tienes ahora más protagonismo que nunca, yo ya te cubre en regazo el bostezo. La caminata se está volviendo espesa, es hora de que tú desarmes los huesos.

Te tengo un regalo para diciembre y aún no lo tengo en mis manos. Te tengo un vaso de agua para tu descanso. Una lámpara en el cielo que a veces falla y una boca para que te contagies del amor que se desata por ti.

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