jueves, 27 de noviembre de 2008

Lo que quiere Ana

Ana ya no quiere llorar. Sus ojos están cansados de tanto mirar, la misma rutina, la misma sociedad. Ella quiere nadar en el mar, y llegar allá donde duerme el sol cuando todos se van.


Ana ya no quiere hablar, solo quiere escuchar las palabras del júbilo y la predica de sus amores, subir a la montaña del descanso y sentir la grama bajo sus pies. Quiere jugar con las coquetas nubes que esperan impacientes su llegada.


Ella mira al horizonte, sabe que ahi está el lugar, ese mágico sitio del que un día se desprendió su alma y voló hasta aquí, para comenzar, para comenzar. Atenta escucha el sonido del amor y recuerda esa primera vez, cuando tocó su corazón.


Ana solo quiere ser libre, vestir un largo vestido de flores que perfumen la piel apergaminada de su vida. Ella solo quiere soñar.


Y con un beso tímido se despide de la noche, unico tiempo en el que sus sueños son verdad, sus suspiros son liberados y la magia de su encanto la pinta de azul, como el cielo, como el mar.


Ana, mí Ana, serás la caracola de mi soledad, cuando en aquellos días tu presencia sea más necesaria, tus palabras ya no vibren en mis sordos oidos y que tus miradas de consuelo solo sean fugaces recuerdos. Todavía permanece junto a mi. aún falta que me veas crecer, aún me falta regalarte una vida más.

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